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Estimado Colega
Reciba un cordial saludo y es propicia la oportunidad ante el inicio de este nuevo año escolar para presentarles un momento de reflexión ante la puesta en marcha de una idea, de un proyecto, que ofrece una nueva alternativa en el ámbito educativo. Hablar de ambientes educativos o espacios de formación, es pensar en los gratos recuerdos que, al egresar del nivel superior como docentes, traemos con nosotros: experiencias significativas, métodos y estrategias que nos han permitido y permitirán facilitar el aprendizaje de los educandos. Pero sería bueno preguntarnos si ¿mantenemos el mismo entusiasmo y diligencia laboral que cuando empezamos?, o si por el contrario, ¿pertenecemos al grupo que lo está perdiendo poco a poco?, porque pareciera, que a medida que va pasando el tiempo, algunos se van alejando de lo aprendido en la universidad y se dedican a ejercer la profesión haciendo que sus clases se vuelven monótonas, repetitivas y aburridas; aunado a esto se tiene una competencia lingüística pobre o se hace uso inapropiado de la palabra oral, agregando barbarismos y vulgaridades, sin importar que el niño o adolescente tienen de nosotros, una imagen y modelo, que cual tinta indeleble, quedará adherida a la personalidad del aprendiz por el resto de sus vidas. Hoy en día, se ha permitido el surgimiento, y sin intención, de una escuela no oficial, pero escuela al fin, que compite ventajosamente con nuestra escuela convencional, y nos aventaja porque sus métodos, técnicas y estrategias para la transmisión de información son de lo mas novedosos y actualizados, haciendo aumentar cada día el número de seguidores pensantes que la escuela formal es un lugar donde se aprende cada vez menos y los estudiantes se aburren cada vez más. La escuela formal ha sido depositaria de la tradición, ha enseñado a conservar y no a cambiar. La escuela tiene que dirigirse a ayudar a pensar a la persona; a enseñar a aprender; a inculcar amor profundo por la idea de conocer; más que a dar información, a saber dónde buscarla y cómo seleccionarla e interpretarla; a crear conciencia de comunidad, de participación, de respeto, de tolerancia, y de flexibilidad.La escuela tiene que romper con el papel de informadora y de promotora de la actividad de la memoria. Se requiere de un cambio de enfoque, y salir urgentemente del mundo al revés en que se ha convertido la educación, se han invertido las perspectivas, de la dictadura de los padres hemos descendido a la dictadura de los hijos. La escuela ya no desempeña su función de antaño. Los docentes han perdido su aureola y los alumnos su sed de aprender. En la actualidad, se sacrifica el futuro en aras del presente. Todo resulta fácil y divertido. Los derechos opacan cada vez más a los deberes. Los límites entre lo permitido y lo prohibido apenas se perciben. Los jóvenes exigen cada vez más, pero no hacen, no dan, ni proponen nada. Quieren ser libres; y olvidan que no existe libertad posible sin restricciones aceptadas, sin respeto a las normas predominantes en la sociedad. El esfuerzo ya no está de moda, todo aquello que implique limitación o disciplina es desvalorizado en beneficio del culto al deseo y a su realización inmediata. Hoy, los educadores viven en una atmósfera enrarecida, sumergidos en un océano de preocupaciones materiales, asfixiados en aulas de clases masificadas y plenas de cosas que les faltan, a veces humillados y chantajeados por padres y representantes, y sobre todo, en competencia desigual con los medios de comunicación e información. Pero existen elementos poco usados en la escuelas que no deben ser despreciados en lo que a transmisión de conocimientos, y formación de actitudes se refiere, y ¿por qué no evaluar esta posibilidad y usarlos a nuestro favor?, la alternativa del surgimiento de La Escuela Paralela, está considerando y considerará constantemente las debilidades de la escuela tradicional y apoyándose en una serie de elementos, de procesos y estrategias novedosas, además de sumarlos a filosofías sustentadoras de los cambios de enfoque, buscará abrir las puertas de la nueva escuela que se necesita, que comience a dar los resultados esperados, no solo por nuestros jóvenes, sino de manera ambiciosa, por toda la sociedad nacional y universal. La opción que pretende ser La Escuela Paralela está dirigida principalmente a todos los profesionales de la educación, que tengan visión e intención de cambio, que quieran modelar y experimentar en los caminos de transición que está recorriendo actualmente la escuela tradicional, para que detectando debilidades y amenazas puedan, con el apoyo de “la otra escuela”, convertirlas en fortalezas y oportunidades. Con infinidad de cosas a las que hacer referencia, y en espera de su consideración a este instante de reflexión, me despido de usted, hasta una nueva y muy pronta oportunidad.
Atentamente,
Prof. Jesús J. Rodríguez G.
Tutor Virtual
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